Tuve la ocasión de poder visitar Cavas Recaredo allá por el mes de septiembre del 2017, aprovechando mi curso de formador del cava.
Conocer a las personas que gestionan y engrandecen Recaredo, me transmitió y mucho.
Son gente que transmite paz y tranquilidad, como queda reflejado en sus vinos.
Visité su bodega subterránea, pise sus suelos, respire sus viñedos…y en todo momento,  se aprecia una armonía tranquilizadora, donde el estrés brilla por su ausencia.
Me fascinaron las casitas que construyeron para los murciélagos en los viñedos. Auténticos depredadores de los insectos. Creo recordar que cada murciélago llega a aniquilar una media de 1000 insectos por noche.
Caté todos sus vinos, tanto tranquilos como espumosos, y en ellos hay una fiel y segura tradición
Ton Mata y Josep Mata no me dejaron en ningún momento. Ellos son la tercera generación; hijos de Ton y Josep Mata Casanova, y nietos de Josep Mata Capelledes. Sin ningún tipo de pudor me explicaron desde dentro dentro la verdad y toda la verdad de cavas Recaredo, generación tras generación.
Quiero mencionar al numero 1 de Cavas Recaredo, Jordi Mata, ¡que manera de degollar las botellas de manera artesanal (manualmente )! una autentica máquina del degüelle. Y mención especial, también, para Ferran Junoy, su director comercial; sin el habría sido mucho mas complicado el poder acceder a la familia.
Algunos os preguntaréis por que os cuento todo esto. Pues es muy sencillo; en Cavas Recaredo han decidido apostar por la variedades de uva  autóctonas, prescindiendo casi en su totalidad de las variedades foráneas.
Uno de sus cavas, denominado Subtil será el primero en comprobarlo, la nueva añada saldrá para el 2020…¡y es que Recaredo es muy sutil!
Salud